Salud mental

Cómo sanar heridas de la infancia

sanar heridas de la infancia

En la anterior publicación te hablé sobre las heridas de la infancia y de la importancia de saber identificarlas. 

Te expliqué que la mayoría de personas tenemos una herida de la infancia que de manera inconsciente termina dirigiendo nuestro comportamiento. Comenté que sentir esa herida es doloroso, pero desconocer su existencia o simplemente querer tapar sin sanar, es una fuente de dolor mucho más profundo. 

Tu percepción e interpretación de los hechos es lo que causa tu sufrimiento,
no lo que la otra persona sea o haga.

Te hablé también de la función del ego, de cómo este para evitar que sientas el sufrimiento generado por una herida, te incita a ponerte una máscara. El ego intenta evitar el cambio en todo momento, paralizando el progreso de las cosas. Una de sus especialidades es usar el sufrimiento y a menudo te hace sufrir por sus deseos no satisfechos y también por miedo a que estos se cumplan. 

Mi mayor consejo es aprender a reconocer qué herida está activa, de manera que puedas evitar ponerte esa máscara. Las 5 heridas de la infancia de las que te hablé son:

  • Miedo al abandono
  • Miedo al rechazo
  • Miedo a la injusticia
  • Miedo a la humillación
  • Miedo a la traición

La mejor manera de sanar estas heridas, desde mi punto de vista, es siempre acudir a terapia. Sin embargo, quiero darte la información de cómo sanar heridas de la infancia. Los puntos a seguir son:

1.Tomar consciencia de la existencia de la herida

Cuando no eres consciente va a ser imposible conseguir un cambio. Debes quitarte la venda de los ojos, pues seguir tapando evitará que puedas sanar. 

  1. Reconocer cuando la herida está activa

Tienes que aprender a detectar cuándo y por qué se activa la herida. Recuerda que el ego, para evitar que sientas el sufrimiento generado por una herida, te incitará a que te pongas una máscara. 

  1. Aceptar la herida

A pesar de cuánto pueda llegar a ser doloroso y complicado este paso, debes aceptar esa herida. Aceptar tu herida te permitirá identificar las situaciones que te hieren y poder experimentar las emociones que se presentan. Cuando llegues a este punto, ya tendrás una buena base para empezar tu proceso de sanación. 

  1. Responsabilizarse de la herida

Una vez identificada y aceptada, debes responsabilizarte de tu herida. Esto significa perdonarte y dejar de esperar a que los demás te salven. En este momento tienes que aprender a sobreponerte a tu herida,  desde el cuidado y la comprensión. 

  1. Normalizar ciertas emociones

En el proceso de sanar una herida va a ser normal que sientas algunas emociones, por ejemplo, es normal sentir enfado, decepción, frustración y tristeza cuando piensas o estás con las personas que crearon esa herida. Normaliza sentir estas emociones. No querer sentirlas porque sientes que “está mal”, solo agravará la herida y te llevará a un estado de resentimiento y odio. 

  1. Identificar cuando el ego está presente

Como ya hemos visto, al ego no le gustan los cambios, por lo que cuando escucha hablar de heridas, hace todo lo posible para que no comprendas o para que malinterpretes aquello que oyes o lees. Por esto, debes aprender a identificar cuando el ego está presente, de manera que lo puedas poner de parte y continuar tu camino de sanación de tus heridas de la infancia. 

  1. Quitarse la máscara de “supuesta” protección

Si has conseguido identificar cuando el ego está presente, ha llegado el momento de sacarse esa máscara que crees que te protege y enfrentarse a aquello que realmente te está provocando sufrimiento. 

  1. Aprender a ver la realidad

Con heridas identificadas, aceptadas, reconociendo cuando se activan y sabiendo dejar el ego de parte y sus máscaras, podrás ver la realidad. Verás que las heridas han estado dirigiendo tu vida para evitar el sufrimiento, en lugar de disfrutar. Puedes aprender a vivir con tus heridas sin que estas te controlen. De este modo, podrás vivir más de acuerdo con quién eres y podrás empezar a retomar el control de tu vida. 

  1. Transformarse

Cuando entiendes en qué situación se activa tu herida y eres capaz de controlar el ego, de quitarte la máscara sin juzgarte ni criticarte, empieza la transformación. En ese momento te permites sentir el dolor y estar presente. Entiendes que lo que pasó en tu infancia es pasado y ahora toca vivir el presente. 

Espero que estos nueve pasos te ayuden a emprender tu camino de cambio y sanación de tus heridas de la infancia. Sé consciente de las situaciones en las que aparece y habla con tu niño interior:

Lo que sucedió en el pasado no fue tu culpa ni es justo que te trates igual que te trataron entonces. 

Si necesitas una mano para identificar las heridas o en cualquier paso del proceso de sanación, te recuerdo que la terapia es la herramienta más eficaz. En mi web tienes disponible distintos tipos de terapia online, puedes escoger el que mejor se adapte a tu caso. 

Si quieres más información sobre las heridas de la infancia, te recomiendo la lectura del libro “La sanación de las 5 heridas” de Lise Bourbeau.

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4 thoughts on “Cómo sanar heridas de la infancia

  1. Daniela dice:

    Excelente informacion! Me gusta mucho la forma cómo explica todo y no lo hace pesado para el lector. Soy nueva por aca y estare feliz de seguir leyendo su blog🤍

    1. Celia Betrian Roca dice:

      Hola Daniela, bienvenida 🙂 me alegra saber que te ha gustado el artículo y el blog. Un abrazo

  2. Rita dice:

    Buenas tardes Celia
    Muy buen artículo
    Pero en mi caso ya llevo 13 años con psicólogia y 5 con psiquiatría. No fui antes por el que dirán
    Me pasó con 12 años y en la actualidad 48
    Me culparon de la muerte de mi padre tres personas, una de ellas mi madre
    Me ha marcado de por vida en todo.
    No se lo deseó a nadie
    Mi gran apoyo ha sido mi marido desde hace 15 años
    Gracias por esta página. Me ayuda un poco
    Un cordial saludo

  3. sara dice:

    Hola me gusto mucho la información, tengo muchas heridas de mi niñez que no me han dejado desarrollarme en lo personal ni en lo social, estuve con con psicóloga y psiquiatra hace un tiempo atrás, pero por cosas económicas no pude seguir. Pero me ayudaron mucho el tiempo que estuve en ello, me ayudó a darme cuenta que yo no tengo la culpa de nada, y que si puedo. Me falta mucho para sanar pero estoy tratando de hacerlo

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