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Así se ve la dependencia emocional

dependencia emocional

Es común que las personas desarrollen cierto nivel de apego a familiares y amigos, pero es más habitual en las relaciones de pareja. El ser humano suele desarrollar su vida en compañía de otros individuos, somos seres sociales que dependen de otros para sobrevivir. Sin embargo, las relaciones humanas presentan diferentes niveles de complejidad y es así como aparece la dependencia emocional.

Esa dependencia emocional se crea a partir de la aparición de diferentes factores, pero destacan sobre todo la deficiencia afectiva, la influencia cultural y educativa. Es decir, es una condición a la que son más propensos determinados individuos, que intentan compensar su situación actual contando con la compañía y el apoyo de los demás.

Otros factores determinantes son la identidad personal y social, es decir, la relación de una persona con el resto del mundo tiende a experimentar un proceso de conflicto interno. Las dinámicas que se crean en esta búsqueda de estabilidad hace que las personas sean adictas a las emociones. Estos solo se pueden experimentar con ciertas personas y en ciertas relaciones y situaciones.

El problema surge cuando las emociones se basan en la inseguridad y la baja autoestima. Estas carencias intentarán ser sustituidas o suplidas por otras personas, pueden tener una influencia negativa, pero a veces puede ser satisfactoria.

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es una condición psicológica caracterizada por una necesidad emocional excesiva. Los pacientes diagnosticados a menudo se describen como personas muy sensibles y propensas a tener relaciones muy cercanas. Esto significa que el paciente siempre será emocionalmente dependiente de otra persona.

Es un tipo de apego generalmente obsesivo, en el que se busca con urgencia y necesidad a una persona (puede ser también objetos, ideas, etc…) bajo la creencia de que sin esa fuente de apego la vida no tiene sentido. Es un aferramiento a que la otra persona satisfaga necesidades emocionales internas con el objetivo de sentirnos realizados, seguros y felices.

Este tipo de dependencia se puede comparar con un comportamiento adictivo. En este caso, se observa que se necesita a otra persona y en el momento de alejarse se experimenta el síndrome de abstinencia. Las similitudes entre ambos casos son evidentes, también es importante señalar que la autonomía se ve afectada.

¿Cómo aparece la dependencia emocional?

La dependencia emocional aparece de forma diferente en cada paciente, esto quiere decir que en unos casos los síntomas se notan más que en otros. Además, también depende de si ya existía una condición psicológica previa, como depresión o un tipo de trastorno de ansiedad, por ejemplo. Sin embargo, algunos síntomas son muy comunes, y son los siguientes:

  • Pensamientos y sentimientos que reflejan un vacío y una pérdida de perspectiva. El paciente siente que no tiene un propósito y cuestiona todas sus decisiones.
  • La autoestima baja considerablemente. Si el paciente ha tenido previamente problemas de este tipo, es muy probable que sea una condición psicológica que se ve agravada por esta dependencia.
  • Como una forma de conseguir la aceptación, el paciente se obsesiona con poder agradar y ser tenido en cuenta por los demás. Es un objetivo que se quiere conseguir de cualquier forma y lo habitual es que el paciente no sea consciente de ello.
  • Hay una tendencia a idealizar a las personas en las que se ha desarrollado una dependencia emocional. Incluso puedes exagerar cualidades y validar cualquier opinión o acción sin cuestionar.
  • Los pacientes se caracterizan por su incapacidad para establecer límites y romper los lazos emocionales negativos.
  • El miedo al abandono las hace propensas a formar parte de relaciones familiares y de pareja inestables, donde incluso pueden ser sometidas a actos de violencia. Tolerarán cualquier situación para evitar la soledad y el rechazo.

¿Cómo son las personas con dependencia emocional?

Los dependientes emocionales son personas con todos los síntomas asociados a la ansiedad. Lo más notable es el miedo constante a la soledad. Por ello, están dispuestos a realizar cualquier acción que pueda garantizar que la persona de la que dependen no se aleje de ellos.

Además, su principal objetivo es conseguir la aprobación, el agrado, el cariño y el respeto, sobre todo de personas que creen que pueden darles la satisfacción emocional que desean conseguir.

Es habitual que las personas con dependencia emocional intenten compensar sus carencias personales creando vínculos y relaciones bajo una expectativa poco realista. Es decir, cuando conocen gente nueva intentarán hacer amigos o encontrar pareja, independientemente de que la otra parte muestre el mismo interés. Rápidamente se encariñan con personas que muestran poco interés en ellos desde el principio.

Son personas sumisas y muy inseguras. Sus relaciones son asimétricas, lo que indica su incapacidad para identificar las intenciones de los demás. Tampoco pueden notar cuando reciben un trato irrespetuoso, aceptan cualquier condición para mantener la relación.

El auto concepto no está debidamente desarrollado por lo que tienen baja autoestima, esto genera un constante sentimiento de compensación basado en priorizar las necesidades de los demás.

¿Cuáles son sus límites?

Este tipo de dependencia no sólo describe la necesidad excesiva y obsesiva de otras personas. También describe un tipo de relación afectiva  cuya principal motivación es satisfacer la necesidad de afecto y seguridad. Se trata de la búsqueda constante de conseguir la estabilidad personal aunque signifique perder la independencia.

No hay límites entre quienes son los pacientes más propensos a desarrollar esta condición. Estadísticamente se demuestra que afecta a ambos sexos, pero es más frecuente en mujeres jóvenes entre 18 y 35 años. Asimismo, en estos casos la asistencia psicológica para solucionar el problema suele administrarse de forma tardía, ya que pasa desapercibida por la desinformación que gira en torno a ella.

Desafortunadamente, las personas dependientes buscan la forma de aferrarse a emociones como el amor, incluso si eso significa sacrificar el amor propio y el respeto a sí mismo. Se crea un intercambio donde ofrece afecto a cambio de atención y protección, que no siempre es justa y sincera.

Los límites que puede alcanzar una persona con esta condición los convierte en seres humanos irritables y ansiosos. Tienen poca tolerancia a la frustración y poca capacidad de resolución. De esta manera, tendrán serias dificultades para adaptarse a los entornos familiar y laboral, sobre todo por sus deficiencias en las relaciones sociales.

Vivir el amor de esta manera tan destructiva no es amor, es dependencia. Si hay dependencia no hay amor, hay adicción.

¿Te identificaste? Espero que este artículo te haya ayudado. Nos vemos en comentarios 🙂

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